¿Has oído hablar del molusco contagioso en la piel de los más pequeños? Esta erupción habitual en nuestros hijos es, a día de hoy, desconocida por muchos padres. Os hablamos sobre ello y sobre la forma en que podemos tratarlo.

¿Qué es el molusco contagioso?

El molusco se presenta como una infección viral que cursa con una leve erupción en la piel, que aparece muy especialmente en los niños. Este tipo de enfermedad está causada por un virus de la familia de los Poxvirus, el cual se transmite por contacto directo. Podría entrañar complicaciones en el caso de las personas que presentan el sistema inmunológico deteriorado.

Uno de los síntomas más característicos de este molusco contagioso es la presencia de granitos de unos pocos milímetros de tamaño, que los profesionales médicos denominan pápulas; son de forma circular y unos bordes muy definidos, con una pequeña depresión en el centro. Es habitual que este tipo de lesiones aparezcan concentradas en una misma zona del cuerpo. Normalmente, presentan un color rosado, pero cuando el sistema inmune está atacando el virus para eliminarlo adquieren una tonalidad rojiza. En el caso de los adultos, el molusco suele aparecer en la región genital y se transmite por contacto directo durante las relaciones sexuales.

En ocasiones, este tipo de lesiones se suelen acompañar de picor. El dermatólogo será quien analice estas lesiones para determinar si se trata o no del molusco contagioso.

Tratamiento para el molusco contagioso

Para tratar la presencia de estas lesiones se puede hacer uso de soluciones cutáneas como molusk, formulado con hidróxido de potasio en una concentración del 10%. Además, para que puedas aplicarlo cómodamente sobre la zona afectada, esta solución contiene un pincel. Se recomienda aplicar sobre la lesión una vez al día hasta que aparezca enrojecimiento en la base. Será en ese momento cuando no serán necesarias más aplicaciones y únicamente habrá que esperar a que desaparezca el molusco de unas dos a cinco semanas aproximadamente.

Otras de las técnicas que se suelen emplear para tratar este molusco contagioso son, por ejemplo, la crioterapia, consistente en aplicar nitrógeno líquido a temperaturas que pueden estar por debajo de los 0 °C. Con ello se logrará destruir las células infectadas y el virus que se aloja en su interior.

 

También se puede recurrir a la técnica del curetaje, que consistirá en acabar con las lesiones mediante un raspado superficial. No deja cicatriz y es uno de los métodos más utilizados para tratar el molusco.

No obstante, como método indoloro e igualmente eficaz, os recomendamos recurrir a pomadas o cremas como la especificada en líneas anteriores.

Las personas con lesiones de molusco contagioso tienen que extremar las medidas de higiene como, por ejemplo, evitar rascarse, no compartir toallas, ropa o instrumentos de aseo personal o evitar la práctica de deportes que supongan el contacto directo de piel con piel como es la lucha libre o el judo.

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