Realizar actividad física es muy importante para estar en forma y llevar una mejor calidad de vida. Sin embargo, es mucha la gente que lleva un estilo de vida sedentario. Esto aumenta el riesgo de trombosis venosa. Aquí te recomendamos una serie de ejercicios que puedes realizar de manera sencilla y que te servirán para evitar trombos en las piernas.
Los trombos aparecen cuando se forma un coágulo sanguíneo en una o más venas del cuerpo, lo que interrumpe el flujo normal de sangre. Lo más frecuente es que sea en las piernas.
Estos coágulos derivan en cuadros más graves, como la embolia pulmonar o el infarto. Por lo general, los trombos se manifiestan cuando estamos grandes lapsos de tiempo sin movilidad.
Ejercicios que puedes hacer para evitar trombos en las piernas:
– Caminar
Las actividades aeróbicas de bajo impacto son muy beneficiosas para la salud y favorecen la circulación de la sangre, lo que es fundamental para evitar la formación de trombos. Una caminata de varios minutos al día es un excelente ejercicio.
También podemos optar por desplazarnos a pie cuando nos vamos a lugares cercanos. Otras actividades, como nadar o andar en bicicleta, son buenas opciones para ejercitarnos. En caso de ya sufrir trombosis, está comprobado que el ejercicio temprano de caminatas ayuda a reducir los síntomas agudos.
– Ejercicios de pie
Los ejercicios de movimiento de pies son ideales para evitar trombosis. Podemos realizar 3 series de 10 a 15 repeticiones.
En caso de que se requiera contabilizar el tiempo, podemos optar por series de 30 segundos. Se trata de actividades muy sencillas para las que no se requiere ningún tipo de equipamiento:
- Nos colocamos de pie, con la espalda recta.
- Nos ponemos en puntillas y subimos y bajamos los pies en reiteradas ocasiones.
- Caminamos sobre los talones durante varios minutos.
- Luego caminamos en puntas de pie durante el tiempo estipulado.
– Ejercicios con una silla
Con una silla o un banco, sentados con las piernas a 90 grados, podemos ejecutar múltiples ejercicios beneficiosos. Recuerda que demandan poco tiempo y que puedes hacerlos en cualquier momento del día.
Se trata de activar los músculos:
- Sentados en la silla y con los pies apoyados en el suelo. El ejercicio consiste en levantar los talones y bajarlos en repetidas ocasiones hasta completar una serie.
- Otro movimiento consiste en separar y juntar varias veces las puntas de los pies. En este caso, los talones serán los puntos de apoyo.
- Balancear los pies desde los dedos hasta los talones.
- Otra opción es mover los pies hacia adelante y hacia atrás.
- Una variante también es elevar las rodillas en forma alterna, llevándolas hacia el pecho.
– Ejercicios sobre una esterilla
Con una esterilla podemos realizar varios movimientos para evitar trombos. Incluso puedes hacerlos en la cama o sobre el césped. Es cuestión de sentirnos cómodos.
Estos son algunos de los ejercicios recomendados:
- Recostados sobre la esterilla boca arriba podemos mover las piernas como si pedaleáramos.
- Otro ejercicio consiste en levantar los dedos de los pies con las piernas estiradas.
- Siempre acostados, flexionamos la pierna y llevamos la rodilla hacia el pecho, mientras la otra permanece estirada sobre la esterilla. Luego de unos segundos, cambiamos de pierna.
¿Cuáles son las causas y cómo detectamos los trombos?
Los trombos suelen aparecer cuando estamos mucho tiempo sin efectuar movimientos. Por ejemplo, en un viaje de varias horas es conveniente levantarnos y movernos cada cierto tiempo, antes que permanecer sentados o recostados durante todo ese lapso.
En ocasiones, los trombos pueden aparecer por predisposición genética. También es probable que se manifiesten a medida que envejecemos. En los pacientes con várices existe la posibilidad de desarrollar trombosis venosa, por ejemplo.
Algunos síntomas de la aparición de trombos son los siguientes:
- Hinchazón o inflamación en la pierna o en el lugar afectado.
- Dolores o calambres.
- Enrojecimiento o decoloración en la zona afectada.
- Molestia en la pierna.
En caso de presentar alguno de estos síntomas es importante consultar con un médico. Por otra parte, debemos estar muy atentos ante un cuadro agravado, ya que una trombosis venosa podría derivar en una embolia pulmonar y hasta en un infarto.
No dudes en acudir con un profesional si aparece alguno de los siguientes síntomas:
- Tos con sangre.
- Dolor en el pecho.
- Dificultad para respirar.
- Dolor en hombros, brazos o espalda.
- Aceleración en los latidos del corazón.
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