En la práctica odontológica, las radiografías dentales muchas veces son necesarias para arribar a un diagnóstico o realizar un tratamiento. Se trata de un método complementario que aporta datos detallados que de otra manera no se podrían conocer.

Esta técnica utiliza radiación X para obtener imágenes de las estructuras duras y blandas de la cavidad bucal. Existen diversos procedimientos, que se eligen según las necesidades de cada caso clínico. Sigue leyendo y conoce más al respecto.

¿En qué consisten las radiografías dentales?

Las radiografías dentales son imágenes de las piezas dentarias y de las estructuras orales obtenidas con la utilización de rayos X. Esta radiación es capaz de penetrar y atravesar el cuerpo para formar una imagen sobre una película o pantalla.

Durante el proceso, los rayos son absorbidos en mayor o menor medida por los diferentes tejidos. Según la cantidad de radiación que logra llegar a la película radiográfica, será el color que tenga cada imagen en la placa revelada.

Los tejidos blandos, con alto contenido orgánico, se observan de una coloración más oscura y grisácea, y el aire de color negro. En cambio, las estructuras más densas (como el hueso, el esmalte dental y los empastes metálicos) se ven de color blanco. Esto se debe a que bloquean la mayor parte de los rayos.

La elección entre un tipo de radiografía dental u otra se hace en función de las características individuales del paciente. Aun así, se agrupan en dos grandes categorías:

  • Intraorales: la película radiográfica se coloca en el interior de la boca.
  • Extraorales: la placa va por fuera de la cavidad oral.

¿Para qué sirven las radiografías dentales?

Las radiografías dentales son capaces de aportar datos sobre el estado de los tejidos internos de la boca. Así, es posible detectar patologías y condiciones que a simple vista no se ven. Tomar placas radiográficas en la boca permite observar algunas de las siguientes condiciones:

  • Caries interproximales o profundas.
  • Obturaciones filtradas.
  • Abscesos.
  • Quistes.
  • Tumores.
  • Fracturas y traumatismos dentales.
  • Pérdida de hueso.
  • Anomalías del desarrollo.
  • Dientes retenidos o que aún no han erupcionado.

También son útiles antes de realizar algunos procedimientos, ya que revelan el estado de las piezas dentarias y del hueso que las rodea. De hecho, son fundamentales antes de realizar una cirugía, una endodoncia y previo a la colocación de implantes.

Asimismo, se sugieren antes de comenzar un tratamiento de ortodoncia. Estas permiten hacer mediciones y proyecciones para elegir el tratamiento más adecuado según las necesidades del paciente.

Entre otras cosas, se emplean durante la realización de ciertas terapéuticas, ya que permiten visualizar si se está procediendo de manera correcta o si hay que corregir alguna maniobra.

Tipos de radiografías dentales intraorales

Las radiografías dentales intraorales son aquellas que se toman colocando la película en el interior de la cavidad bucal. Muchas veces, es el mismo paciente quien sostiene la placa durante la realización del estudio.

Estas técnicas se realizan de manera tradicional con una mínima cantidad de radiación X. De todos modos, en la actualidad existen métodos digitales que permiten obtener estas mismas imágenes en un ordenador. En estos casos, la radiación utilizada es menor.

Radiografías dentales periapicales

Es una radiografía dental pequeña que permite observar la totalidad de uno o dos elementos dentarios. Con esta técnica es posible contemplar en detalle la corona completa, la raíz del elemento dentario y los tejidos que lo rodean.

Su objetivo es valorar la estructura dentaria, observar el espacio pulpar, los conductos radiculares y los tejidos de soporte. A su vez, permite detectar problemáticas o infecciones localizadas en el espesor óseo cercano al diente.

Las placas radiográficas para este tipo de estudio se presentan en un tamaño para usar en adultos y de proporciones más pequeñas para utilizar en niños. La radiación que se emplea es mínima.

En algunos casos, para realizar un estudio detallado del estado de los tejidos dentarios y óseos del paciente se realiza una serie completa o full set. Se trata de la toma de 14 o 20 radiografías dentales periapicales individuales por cada zona de la boca, con el fin de observar con detenimiento cada sector de la cavidad bucal.

Radiografía de aleta de mordida

Esta técnica, también llamada «interproximal» o bitewings, se utiliza para obtener una imagen completa de las coronas dentales superiores e inferiores del paciente. Para su realización se hace morder al paciente una pequeña aleta unida a la película radiográfica.

Con este estudio es posible observar la línea de mordida de los dientes y la relación proximal de las coronas. Por lo tanto, son de utilidad para diagnosticar caries proximales, que son aquellas que se localizan entre los dientes.

Radiografías dentales oclusales

Las radiografías oclusales o palatales utilizan una placa de mayor tamaño que las anteriores. La película se coloca entre la arcada superior e inferior, y se hace morder al paciente.

Logra capturar la posición de las piezas dentarias en la arcada. De igual manera, permite observar los dientes incluidos, que son aquellos que no han erupcionado en los maxilares. Así, se determina su posición.

Se usan con menos frecuencia, y en la actualidad pueden ser reemplazadas con otros estudios más novedosos y cómodos para el paciente.

Tipos de radiografías dentales extraorales

Como ya mencionamos, se trata de aquellas radiografías dentales en las que la película radiográfica se coloca por fuera de la boca del paciente.

Ortopantomografía

La ortopantomografía, también llamada «radiografía panorámica», es una de las más utilizadas en odontología. Permite observar toda la boca, los maxilares y las piezas dentarias en una sola toma.

Aporta una gran cantidad de datos con una mínima radiación y con un procedimiento sencillo. Por eso, es bastante común que se solicite al comienzo de las revisiones o en las primeras consultas.

Para su realización se utiliza un aparato especial que rota alrededor de la cabeza del paciente. La película se coloca por fuera de la cavidad bucal, por lo que es una técnica muy cómoda y sencilla.

Con esta prueba, los odontólogos pueden identificar patologías y anomalías localizadas en el espesor óseo o en las raíces dentales. También permite visualizar dientes que no han erupcionado y valorar el estado de los maxilares y de las articulaciones.

Telerradiografía

La telerradiografía, también conocida como «cefalometría» o «radiografía lateral de cráneo», es un tipo de estudio que se utiliza antes de comenzar los tratamientos de ortodoncia. Muestra una vista del perfil de la cara, lo que permite observar con exactitud la relación intermaxilar.

De paso, ayuda a valorar el estado de los huesos del cráneo, su crecimiento, las proporciones y las relaciones de las estructuras óseas entre sí.

TAC Dental

La tomografía axial computada dental (TAC) es similar a las que se acostumbra a utilizar en medicina general. Consiste en la toma de cientos de imágenes desde diferentes ángulos de la boca del paciente.

Las mismas se procesan en un ordenador, donde se genera una imagen virtual en las 3 dimensiones de la boca. Sobre este estudio, el dentista puede efectuar secciones, marcar puntos concretos y estudiar en detalle la cavidad oral.

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