En ocasiones, tras una larga jornada laboral, o inclusive al terminar nuestra rutina de estudios, no podemos descansar como quisiéramos porque nos desespera un dolor lumbar que no permite ni que podamos sentarnos bien. Conocemos el dolor lumbar como aquel que va desde la cintura alta hasta las caderas.
En ocasiones, no sabemos ni siquiera las razones por las cuales un dolor en la espalda nos ataca de esa forma tan brutal. Sin embargo, nunca es bueno dejarlo pasar porque podría estar relacionado con alguna condición médica que requiera de atención inmediata para detener los síntomas, y evitar los movimientos que causen el dolor.
Si ya tienes la certeza de que tu dolor en la columna vertebral no está ocasionado por una enfermedad crónica severa, ni por hernias, ni por ningún otro tipo de condición, entonces sigue leyendo para seguir nuestros consejos de cómo quitar el dolor de lumbago y obtener un mejor descanso para levantarte recuperado de cara a tu próxima jornada.
Es muy posible que te surjan un montón de preguntas: ¿Qué es el dolor de espalda lumbar?, ¿Cómo es el dolor de lumbago?, ¿Qué causa el dolor lumbar? Trataremos de darte una respuesta en este artículo.
Causas del dolor de lumbago
Existen muchísimas causas por las cuales una persona puede sufrir de lumbago. La más frecuente es el hecho de haber realizado un movimiento inapropiado durante el día en el que se comprimieran los nervios de las vértebras lumbares que hacen que se genere presión y un dolor bastante incómodo.
Otra de las razones es el hecho de trabajar levantando cosas de peso muy elevado, puesto que debe agacharse constantemente para coger ese peso y ejercer presión sobre la espalda para poder incorporarse, asumiendo un peso mayor al de su cuerpo, lo que provoca que se cause un dolor difícil de aguantar
Otras posibles causas son las siguientes:
- Dolor lumbar derecho a causa de movimientos fuertes y de levantar mucho peso.
- Hernias lumbares. Son protrusiones grandes que salen en la zona lumbar (Serie de huesos apilados en la espalda para proteger el cuerpo) y que presionan los discos
- Tumores ubicados en la zona lumbar. Pueden ser pequeños quistes, o tumores de origen benigno o cancerígenos que presionan los discos ubicados en la columna y generan dolor, y en muchos casos hasta llegan a inhabilitar a la persona para caminar normalmente.
- Osteoporosis. Que es el desgaste de los huesos a causa de la descalcificación.
- Además de la osteoporosis, viene acompañada de la artritis que afecta las articulaciones y con el paso del tiempo las va deformando.
- Disco roto. Si un disco ubicado en la vértebra es lesionado, genera mucho dolor.
- Irregularidad en la forma de la columna vertebral.
- Cuando el canal de la vértebra es más estrecho de lo normal.
¿Cuáles son los síntomas del dolor en la espalda baja?
Conozcamos un poco más sobre cuáles son los síntomas que puede presentarse en una persona que comienza a sufrir de dolor en la espalda baja o lumbalgia inespecífica:
Dolor en la cintura. Comienzas a sentir dolor en la cintura de forma central, que quema, o en ocasiones algo caliente y que no puedes controlar. En ocasiones los fármacos no ayudan a disminuir el dolor.
- Dolor en un solo lado de la zona lumbar. Así como puedes sentir dolor en un solo lado de la columna, por ejemplo, del lado derecho o del lado izquierdo. Esto va a depender del movimiento que hayas realizado, o de la magnitud de la condición médica.
- Punzadas a nivel de la espalda baja
- Corrientazos que van desde el coxis hasta la parte media de la espalda.
- Entre otros.
Cómo aliviar la lumbalgia
Dependiendo de la condición de salud del paciente podrían indicarse ejercicios apropiados para poder calmar el dolor lumbar. A continuación, te presentamos algunos que pueden ayudarte a mejorar tu malestar:
Llevar el pie a tu pecho. Acuéstate boca arriba (preferiblemente en el piso). Puedes colocar una pequeña esterilla o alfombra para no ensuciarte la ropa. Procura mantener una postura derecha, y con sumo cuidado levanta lentamente la pierna izquierda, flexionando la rodilla y llevándola hacia tu pecho.
Sostén tu rodilla con tus manos para que quede prácticamente pegada a tu pecho y permite que se mantenga allí durante un minuto aproximadamente. Al transcurrir este tiempo, suéltala poco a poco y ve bajándola cuidadosamente. Repite los mismos pasos con la pierna derecha, y repítelo 10 veces en cada pierna, haciendo descansos de 2 minutos entre cambio y cambio.
- Llevar tus pies al pecho. De la misma forma que lo hiciste con el ejercicio anterior, debes hacerlo en este, pero poniendo a trabajar ambas piernas al mismo tiempo. Subes ambas rodillas, las sostienes con tus manos, las dejas estar allí durante un minuto aproximadamente (o mientras lo tolere) y las vas soltando poco a poco. Repite el ejercicio unas 10 veces.
- Cadera rumbera. Este ejercicio es un poco más complejo, sobre todo si tienes bastante dolor, pero cuando lo termines sentirás alivio en tu espalda y músculos. Tiéndete boca arriba en el suelo, y poco a poco toma tu pierna derecha y pásala por encima de la pierna izquierda, inclinando tu cadera hacia la izquierda.
La parte superior de tu cuerpo, puedes inclinarla un poco hacia el lado derecho, con el objetivo de ejercer descompresión en las vértebras de tu espalda.
- El puentecito. Al igual que en los ejercicios anteriores, debes tumbarte boca arriba en el suelo. Una vez que te hayas incorporado bien y tengas buena postura, recoge tus piernas hasta que hagan un Angulo de 90° grados aproximadamente, y eleva tu cadera hasta que tu cuerpo forme una especie de puente triangular.
Mantente arriba unos 45 segundos, bajas de nuevo y esperas un minuto antes de volver a subir y repetir el ejercicio. Te recomendamos que lo hagas unas 5 veces.
- La plancha. Sencillo, colócate boca abajo en el suelo, e incorpora tu cuerpo en la posición ideal para hacer lagartijas. Es decir, eleva tu cuerpo con tus brazos, manteniendo derechos y firmes tus muslos y piernas y permanece allí un minuto. Baja al suelo, descansa un minuto y repite el ejercicio unas 3 veces al día.
Remedios caseros para el dolor de lumbago
- Cataplasmas de vinagre y romero. Pon a hervir en una olla grande un litro de agua con una taza de vinagre y un puñado de romero. Cuando ya haya hervido, déjalo reposar hasta que tenga una temperatura agradable para el contacto con el cuerpo. Toma un trapo o un pañuelo y colócalo en tu espalda, justo donde tengas el dolor.
- Terapia de frío y calor. Pon en la nevera unas compresas y déjalas todo el día allí. Cuando llegues del trabajo, pon a calentar unas adicionales en el microondas y ponte boca abajo en tu cama y pídele a alguien que alterne esas compresas y coloque primero las frías durante un minuto, y luego las calientes otro minuto más. Trata de tener varias compresas para que cuando la primera pierda el frío, puedas usar otra y la terapia pueda durar al menos quince minutos al día.
- Tal y como te lo indicamos arriba, algunos ejercicios pueden hacer que estires tus vértebras y alivies el dolor que te causa la lumbalgia.
- Existen algunos antiinflamatorios que puedes tomar sin necesidad de prescripción médica. Sin embargo, lo mejor es que consultes con tu médico para saber cuál es el más apropiado.
- Masajes. Toma aceites mentolados y pídele a alguien que de masaje fuertemente de abajo hacia arriba con los puños. El masaje debe ser fuerte y con seguridad para evitar maltratarte. También, puedes tomar varias pelotas pequeñas, como pelotas de tenis, y colocarlas dentro de una media y decirle a la misma persona que las frote por tu espalda varias veces.