La acrilamida es un agente nocivo que puede afectar negativamente a la salud a través de dos vías. Por un lado, a través de la ingesta de alimentos que la contengan y por otro a través del humo del tabaco.
¿Qué es la acrilamida?
La acrilamida es una sustancia química que posee un color blanquecino y ligeramente transparente. Esta sustancia tiene aplicaciones a nivel industrial como la fabricación de todo tipo de plásticos o envases o como aditivo en todo tipo de productos. El abanico de aplicaciones es muy amplio por lo que inevitablemente está más o menos presente dentro de nuestro día a día.
Aunque no existe aún una evidencia científica que confirme que se trata de un compuesto cancerígeno, sí que existen pruebas de peso para pensar que así sea.
Diferentes estudios y pruebas de laboratorio realizados con animales han reflejado que su concentración en altas dosis puede ser un agente cancerígeno y con una potencia mayor de lo que en un principio se esperaba.
El origen de la acrilamida se da en la cocción a altas temperaturas (generalmente a más de 120 grados centígrados) de aquellos alimentos que contienen azúcares, asparagina y una alta proporción de carbohidratos. Existen alimentos que cuentan con una mayor tasa de riesgo y estos son los cereales, el pan, el café o las patatas fritas.
Es importante resaltar que la acrilamida también está presente en el tabaco, por lo que ya tienes otro motivo más para evitarlo.
Sin embargo, existen medidas para prevenir y controlar los niveles de acrilamida que consumimos. Por ejemplo, las cocciones a temperaturas muy elevadas como las frituras o incluso los horneados pueden ser sustituidos por cocciones menos agresivas, hervidos o el uso de microondas. También, es muy importante que aprendamos a sustituir los alimentos que poseen una mayor cantidad de grasas por aquellos que se consumen en fresco, como pueden ser las frutas o las verduras crudas.
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