Este tipo de refrescos nunca han gozado de buena fama entre los expertos en salud y nutrición, pero, ¿sabes cuáles son los efectos reales de las bebidas azucaradas para la salud? Se asocia su consumo a un mayor riesgo de padecer enfermedades como la obesidad y la diabetes, a pesar de lo cual las cifras siguen alzándolas entre los productos alimenticios más vendidos. Sus supuestos efectos sobre nuestra salud, analizados por numerosos estudios, no pueden considerarse en absoluto beneficiosos.
Consecuencias del abuso de las bebidas azucaradas
La controversia que rodea a las bebidas azucaradas ha dado lugar a un sinfín de investigaciones y opiniones de diferente naturaleza. Podemos destacar el proyecto llevado a cabo en 2015 por un equipo científico de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), cuyas conclusiones fueron publicadas en la revista British Medical Journal. Las mismas situaban a los refrescos azucarados y a los zumos envasados y artificiales como grandes responsables del desarrollo de la diabetes tipo 2 y la obesidad, y estimaban que cerca del 13% del riesgo de diabetes viene dado por el consumo desproporcionado de estas bebidas.
Cabe destacar, asimismo, el estudio “Sweetened beverage intake and risk of latent autoimmune diabetes in adults and type 2 diabetes”, realizado en 2016 y publicado por el periódico European Journal of Endocrinology sobre los efectos reales de las bebidas azucaradas. Según un equipo de expertos del Karolinska Institute en Suecia, liderados por la científica Josefin Löfvenborg, el consumo de esta clase de refrescos, incluso siendo light, aumenta hasta en un 21% las probabilidades de sufrir en un futuro próximo diabetes tipo 2.
Nuevo impuesto para las bebidas azucaradas
Todos estos datos han dado lugar a medidas extraordinarias como el nuevo impuesto para bebidas azucaradas que entro en vigor el pasado 1 de mayo en Cataluña. El objetivo del mismo es reducir el consumo excesivo de estos productos, por lo que impone un gravamen de 8 céntimos para las bebidas que tengan entre 5 y 8 gr por cada 100 ml, y de 12 céntimos por litro para aquellas que incluyan una carga mayor de azúcar.
El impuesto, tramitado a través de la ley de acompañamiento de los Presupuestos 2017 de la Generalitat, cuenta con un pago trimestral. Se aplica a bebidas azucaradas como refrescos, zumos de frutas envasados, bebidas deportivas, café, té, leches endulzadas, batidos, aguas con sabores y bebidas vegetales. La Generalitat prevé recaudar unos 30,98 millones de euros en 2017.
La aparición de este impuesto está incentivada por las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) al respecto, que advierte sobre el riesgo que conlleva para nuestra salud la ingesta de esta clase de bebidas. De hecho, “la OMS recomienda una mayor reducción de la ingesta de azúcares libres por debajo del 5% de la ingesta total de energía”, según su web oficial.
Y es que según los expertos, las bebidas azucaradas tienen importantes efectos negativos sobre nuestro organismo. Por ejemplo, como decíamos anteriormente, la toma de una o dos bebidas azucaradas al día puede aumentar hasta un 26% el riesgo de padecer diabetes tipo 2, según un estudio realizado por la American Diabetes Association. Además, favorece la acumulación de grasa alrededor del hígado y de la musculatura esquelética, además de un aumento de triglicéridos en sangre.
Por otro lado, el consumo frecuente de estas bebidas puede alterar nuestro sistema hormonal, debido a una resina epoxídica llamada bisfenol A (BPA), presente en las latas de los refrescos. Asimismo, algunos estudios relacionan el ácido fosfórico que contienen estos productos con la posibilidad de sufrir deficiencia renal.
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