¿Sabes cuáles son los ejercicios para hipertensos más beneficiosos? La hipertensión es una de las enfermedades más comunes a nivel mundial, y a pesar de que muchas veces no le demos la importancia que se merece, puede resultar realmente peligrosa. Si no la tratamos adecuadamente, puede dar lugar a ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y problemas renales, entre otros muchos trastornos. Una dieta saludable y el ejercicio regular son indispensables para prevenir estos síntomas.
Vamos a centrarnos en este último punto. Si bien es cierto que la actividad física es esencial para prevenir la hipertensión y aliviar sus síntomas, no todos los ejercicios para hipertensos son aptos para quienes la padecen. A continuación ofrecemos una lista de los más recomendables para ellos.
Ejercicios para hipertensos
Entre la rutina de ejercicios para hipertensos que debes seguir se encuentran estos:
- Caminar. Con media hora al día basta para mejorar los síntomas de la hipertensión, pero hemos de ser constantes. Será mejor si dedicamos los cinco minutos previos y posteriores al paseo a estirar para evitar lesiones. También son recomendables los ejercicios de respiración.
- Montar en bicicleta. Esta actividad es perfecta en casos de hipertensión leve. Practicar ciclismo, siempre a un ritmo moderado, ayuda a reducir la tensión arterial. Es importante no hacerlo a las horas de más calor ni forzar demasiado la musculatura.
- Yoga y pilates. Estas dos disciplinas incluyen movimientos que fortalecen nuestra musculatura, al mismo tiempo que nos ayudan a ganar flexibilidad y mejorar la agilidad. Todo ello sin causar daños en nuestro organismo ni adoptar posturas perjudiciales. Además, favorecen la relajación y reducen el estrés.
- Aquagym o aquafitness. Siempre bajo la supervisión de un monitor, los ejercicios aeróbicos dentro del agua son muy aconsejables para pacientes con esta enfermedad. Asimismo, son idóneos para personas que sufran o hayan sufrido lesiones musculares. Con ello podemos obtener buenos resultados en poco tiempo.
- Natación. Debemos comenzar a practicar esta actividad con moderación, para aumentar el ritmo progresivamente. Entre sus beneficios encontramos, además de disminuir la tensión, mejorar la circulación sanguínea y reducir los dolores de espalda.
Para lograr resultados óptimos, debemos combinar estos ejercicios con una dieta adecuada, reducida en sal, grasas y sustancias refinadas. Moderando nuestros hábitos lograremos hacer frente a los síntomas de la hipertensión y aumentaremos nuestra calidad de vida.
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